DE UN ACTO RUTINARIO A UN HECHO LÚDICO
Bañarse es un acto de juego y descubrimiento. El baño como ejercicio rutinario permite a los chicos incorporar prácticas saludables mientras juegan en el agua.

En este momento los chicos descubren y exploran su cuerpo logrando así

incorporar nociones de límites. Favoreciendo la curiosidad, que es la base de todo hecho creativo.
Los adultos tenemos la gran responsabilidad de convertir este acto higiénico en un hecho lúdico. Para eso podemos valernos de elementos, juegos, objetos y actividades que permitan a los chicos disfrutar y desear bañarse.
Hacer del baño un lugar más de diversión, creación y esparcimiento favorecerá

que los chicos incorporen futuras prácticas de higiene de manera natural y placentera.

Durante la hora del baño se descubre el cuerpo y en este maravilloso juego de autodescubrimiento se abren las puertas para conocer el mundo y aceptar a los demás.